El año de las sorpresas
“Cada año hay tres o cuatro equipos que están capacitados para ganar el anillo. Luego, circunstancias como las lesiones, los arbitrajes, etc… lo determinan”. Con la lucidez con la que dirige a los Phoenix Suns en la cancha, Steve Nash resumía así la postemporada más dura del baloncesto mundial hace unos años.
Dirk Nowitzki |
Esta temporada, veremos una Final que ya se ha dado una vez en el 2006. Ciertamente, el calor de los Miami Heat lo ha abrasado todo en el Este, los Sixers pudieron considerar todo un éxito robarles un encuentro, mientras que los Boston Celtics, el ogro de los últimos tres años, tuvo que claudicar, en un bonito quinto encuentro donde Doc Rivers se abrazó a Wade y Lebron, mientras "El Rey" pedía disculpas a los aficionados de Cleveland. Se cerraban cicatrices.
En el otro lado del Este, asistimos a la descomposición de un equipo que ha jugado muy bien al baloncesto en los últimos tiempos. En efecto, los Orlando Magic no se pudieron dejar las barbas mucho tiempo, seis encuentros necesitaron los Haws para noquearlos, pese a los milagros de Superman. Suenan vientos de cambio, ¿qué pasará con Stan Van Gundy? ¿Va a seducir Jerry West a Howard como hizo con Shaq?
Mientras, hasta haberse topado con Miami, los Chicago Bulls han deslumbrado. Con Indiana tenían tanta calidad que ganaron pese a sus nervios de los primeros encuentros, pero fue frente a Atlanta cuando descubrimos que verdaderamente, Tom Thibodeau, antaño destacado asesor del Big Three en materia defensiva, ha hecho un gran trabajo con un equipo muy completo donde no creo que haya ningún jugador malo o que sobre. La matrícula de honor la tiene Rose, pero como dijo Carlos Boozer: “No tenemos ningún tonto en el equipo. Y eso es raro en la NBA”.
Kobe Bryant y Jason Kidd. |
Quien también ha puesto dudas en su maravillosa carrera es un Kobe Bryant que se bastó para agradar (por su brillante liderazgo estando mal del tobillo) y desagradar (incoherentes comentarios sobre Chris Paul) durante la eliminatoria contra los Hornets. Bynum y Gasol daban síntomas de agotamiento, mientras los Dallas Mavericks hacían la mili en Pórtland (lo sentimos por Rudy).
Kevin Durant. |
Serenidad que sí han usado en San Antonio. Son tipos peculiares estos texanos, duro pero caballerosos. Son conscientes de que fue un error la táctica de lograr ventaja de campo desde el minuto uno, sin dosificarse. Los Spurs debieron adoptar la táctica de Boston el pasado año.
Ginóbilli pidió disculpas por ello, pero todo se resume en la reconciliación de un Jail Blazer al que Kevin Durant ha saludado como el mejor ala-pívot de la actualidad, Zach Randolph ha redefinido el concepto de estrella. Juega rápido, a lo fácil y con mucha intensidad. Marc Gasol ha sido un escudero genial, todos han dado un paso al frente, Battier es una exigencia que todo compañero querría tener, lo de Memphis ha sido una bonita historia, un cuento de hadas.
Marc Gasol y Tim Duncan. |
Lástima que entonces llegase un Dirk Nowitzki que fue una pesadilla para los Blazers, para Gasol (no creo que sea tanto culpa de Pau como mérito del germano) y luego para los de Oklahoma. Se han filtrado liderazgos discutidos entre Westbrook y Durant. No es nada nuevo baja el Sol. Si fuera Westbrook, un jugador tremendo y versátil al máximo, me miraría en el espejo de Scotty Pippen. Puede hacer Historia como el brillante lugarteniente de Durant. Un exceso de ego, por el contrario, puede costarles muy caro.
Y el año que viene, cuando estemos aquí, será una postemporada sin Phil Jackson, Jerry Sloan y Antonio McDyess. Han sido muchos años viéndoles, escuchándoles y admirándoles. No será lo mismo sin ellos, pero esto es la NBA y, cierre patronal mediante, llegarán nuevas generaciones para hacernos disfrutar...
Un artículo de Marcos Rafael Cañas Pelayo.
Colaborador de BaloncestoVida.
Un saludo.
Un artículo de Marcos Rafael Cañas Pelayo.
Colaborador de BaloncestoVida.
Un saludo.
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