Póquer de bases

Cuatro bases como cuatro catedrales

A lo largo del tiempo habré visto cientos de partidos de baloncesto. De todas las épocas. Algunos clásicos de los 70, de los 80, de los 90 y de esta última década ya pasada. Desde Mundiales, Eurobaskets, Olimpiadas, pasando por partidos de la NBA, de la ACB, de LEB, de Euroliga, y de competiciones que ya ni existen como era la copa Korac. A lo largo de tantos partidos me he dado cuenta de que hay una posición clave en cualquier equipo. Ya la señaló el compañero Rafael Vargas en uno de sus artículos, y no es otra que la de base, o “creador de juego” como quedaría al traducirlo del inglés.

Hoy quiero hablar de los bases ACB. De los actuales bases que tenemos en la competición. Y me he dispuesto a elegir a los que en mi opinión mejor desempeñan el rol de base en sus respectivos equipos. Vamos a ver quién conformaría ese póquer.

Marcelinho Huertas.

El primer puesto le corresponde al base carioca del Caja Laboral, Marcelinho Huertas. A sus 27 años ha alcanzado su madurez deportiva, dirigiendo los destinos de los baskonistas. Todo el juego que despliegan los vitorianos pasa por las manos de Huertas, y con una media cercana a los 30 minutos por partido, es el cuarto jugador en valoración de su equipo, tras San Emeterio, Barac y Teletovic. Han pasado ya algunos años desde que Huertas aterrizara en nuestra liga, de la mano del DKV Joventut allá por la temporada 2004-05, y compartiera cancha en la siguiente temporada con otro de los grandes bases que ha pasado por ACB como Elmer Bennett y con el que sería el niño prodigio de la cantera badalonesa y actual base del Regal Barcelona, Ricky Rubio. Precisamente la presencia de Rubio en la plantilla y el enorme potencial que iba demostrando, precisaba un aumento en los minutos de juego e implicó que Huertas tuviera que abandonar la disciplina del DKV, en beneficio de Rubio, recalando en la temporada 2007-08 en el Iurbentia Bilbao Basket. Fue en Bilbao donde eclosionó el verdadero juego de Huertas, libre ya de la sombra de Bennett y disponiendo de los minutos de juego que en Badalona no podía recibir. En dicha temporada fue designado integrante del quinteto ideal de la competición.

Marcelinho acababa de demostrar que podía ser el director de orquesta de cualquier equipo con aspiraciones, y tras una temporada en la lega italiana, regresa a la ACB, de la mano del Caja Laboral, con el que ganará su primer título de liga en la temporada pasada. Valga este vídeo ilustrativo para observar a Huertas en plenitud de juego: Ir a vídeo.

En el mismo vídeo correspondiente a los play-offs pasados, se puede ver a Huertas desplegar los tres aspectos esenciales del juego que debe atesorar un base: la capacidad de pase tanto en estático como en dinámico, la habilidad para penetrar generando pases o terminando él mismo la penetración, y el tiro, aspecto que ha mejorado año a año.

En resumen, uno de los grandes bases de la competición.

Rodrigo San Miguel.

En segundo lugar de este póquer pondría a un as llamado Rodrigo San Miguel. Encargado de comandar al Assignia Manresa, cumple su tercera temporada en el club. Fue hace dos temporadas a la sombra de Javi Rodríguez cuando se comenzó a mecionar el nombre de San  Miguel y cuando con la marcha de Rodríguez al proyecto que se comenzaba a gestar en Bilbao, le llegó la oportunidad de la titularidad a Rodrigo.

Y este en su segundo año está respondiendo con creces a la apuesta que el club hizo por él. Con casi treinta minutos de media por partido es el jugador más valorado de su equipo.

En un mal inicio ligero de los manresanos, ha sido San Miguel uno de los artífices de la recuperación del equipo, teniendo que multiplicarse en la pista, anotando (9,8 puntos por partido, mejor anotación media de su equipo) y asistiendo (3,4 asistencias, convirtiéndose en el noveno máximo asistente de la competición). Y todo esto con 26 años de edad. La llamada de la Selección aun parece lejana habida cuenta de que en el combinado nacional la posición de base cuenta con buenos mimbres, pero San Miguel parece empeñado en ponerle las cosas difíciles al seleccionador nacional.

Ricky Rubio.

Como tercer base del cuarteto, colocaría a Ricky Rubio. Quizás este no esté siendo el mejor año de Rubio y no se esté mostrando tan regular como cabría esperar, pero no estaría de más, recordar que tan sólo tiene 20 años, es el base titular del actual campeón de la Euroliga, y subcampeón ACB, amén de su presencia en el combinado nacional.

Dirigir a un equipo como el Regal Barcelona, diseñado para ser candidato a todos los títulos en juego, y ser observado con lupa por los medios, aunque ya haya dejado de ser noticia por su precocidad añade un plus de presión.

Rubio debuta en la temporada 2005-2006, con el DKV Joventut, concretamente el quince de octubre de 2005, siendo el jugador más joven en hacerlo (aun no había cumplido los quince años) y en breve se convierte en un fenómeno mediático. Tras unas temporadas en Badalona, y cuando su salto parecía inminente a la NBA, pues fue drafteado por los Minnesota Timberwolves, con el número 5 en primera ronda, decide quedarse dirigiendo el proyecto blaugrana, adquiriendo experiencia en la segunda mejor liga del mundo y en una competición tan exigente como es la Euroliga.

Echad un vistazo a  uno de los múltiples vídeos de Rubio:

Rubio reúne varias de las cualidades más destacadas en un base, destacando principalmente su capacidad de pase (segundo máximo asistente de la liga, tras Huertas), inspirado en una lectura muy clara del juego y una facilidad a la hora de romper las defensas contrarias con penetraciones que la mayoría de las ocasiones terminan con canastas fáciles o en su defecto con faltas a cuenta del equipo contrario. También es muy destacada su aportación defensiva, siendo el sexto recuperador de balones en ACB. Si hay algún pero achacable a Rubio es en el tiro de larga distancia, donde sus porcentajes son bajos, aspecto no obstante, que ha mejorado temporada a temporada.

Y para cerrar esta selección de directores de orquesta diré que hay distintos jugadores que podrían entrar como último componente de este excelso cuarteto. Algunos son bases ofensivos como Aaron Jackson en Bilbao o Valters en Fuenlabrada. Ambos respondiendo a ese pérfil de base anotador, o mezcla de base y escolta, o como llaman los norteaméricanos, un combo-guard, un jugador a caballo entre ambas posiciones, aunque sea más Jackson el que responda a ese prototipo que Valters. Otros son bases defensivos como es el caso de Víctor Sada en Barcelona, o bases que acaparan el juego en exceso, como Taurean Green en Gran Canaria o Nicolas Gianella en Granada. En Málaga siguen esperando aún a McIntyre, que por lesión todavía no ha podido dar lo mejor de sí y en Valencia, añoran al Cook que jugaba el año pasado en Málaga, pero comienzan a ver una versión interesante del francés De Colo.

Carlos Cabezas.

Me dejaré de rodeos y me decantaré por un producto nacional que está de regreso. Hablo del malagueño Carlos Cabezas. Integrante del combinado que se alzó con el campeonato mundial junior en 1999, su carrera está plagada de éxitos tanto con la selección nacional (campeón del mundo en 2006, medalla de oro en el Eurobasket de Polonia, en 2009) como en su etapa con el Unicaja de Málaga donde vivió la mejor época del club en cuánto a títulos y resultados (Liga y Copa del Rey en 2005/2006).

Tras esto vino su experiencia en la liga rusa, dirigiendo al Khimki, junto con Raúl López, otro gran base nacional. Curiosamente, esta temporada la inició sin equipo y tras haberse escuchado rumores que le situaban en equipos grandes del continente como el Maccabi o el Caja Laboral, finalmente Cabezas se decantó por el proyecto, más modesto por otra parte, del CAI Zaragoza en su retorno a ACB.

En los partidos que se llevan disputados, Cabezas es el jugador más valorado de su equipo. Sería similar al caso de San Miguel. Ambos son jugadores que aparte de hacer jugar a sus equipos, deben aportar en la faceta ofensiva.

Me permito poner un vídeo de Cabezas, de probablemente uno de sus mejores momentos como profesional:

Estos serían los cuatro bases por los que yo apostaría. Y vosotros, ¿a quién elegiríais?

Un artículo de Francisco Arana Asensio.
Colaborador de BaloncestoVida.

Un saludo.