Michael Jordan
LA LEYENDA
En 1997, con la NBA dominada bajo el yugo del terrible escolta de North Carolina, sólo unos pocos se atrevieron a ofrecer resistencia a Su Majestad del Aire.
Michael asestó un golpe de gracia la temporada anterior que hizo tambalear los mismísimos cimientos del baloncesto. Igual que aquel K.O. que otro grande en la historia, Muhammed Ali, asestó al gigantón de George Foreman en Zahire, Mike hacía lo propio en Salt Lake City.
Noqueó a toda una liga y terminó el año llevándose bajo el brazo su quinto título de la NBA y su quinto MVP de las Finales, dejando para la posteridad aquel partido con náuseas y gripe...
MJ durante un partido de temporada regular. |
Aunque cuando Jordan tiene el balón, se encienden todas las alarmas... Incluso algunos defensores lo miran con tanta admiración, que son incapaces de hacer su trabajo como deben.
No se caracteriza precisamente por su clemencia, anota, anota, y anota sin piedad. Un incesante martilleo que aumenta punto tras punto el marcador de Chicago, hunde cada vez más al rival, y éste, baja la cabeza y acepta que nada puede hacer con el que en su día fue nombrado un "Dios vestido de jugador de baloncesto".
En uno de los últimos encuentros en el United Center. |
Un periodista deportivo de la ESPN, describe su juego como bello, estético, calculado, y a su vez, abusivo, criminal, sin compasión. Michael Jordan es un depredador. En cierta ocasión lo dejó medianamente claro en el Boston Garden antes los poderosos Celtics de Bird, anotando 63 puntos en playoff...
En una entrevista personal, le preguntaron a Magic Johnson; "¿Quién es el mejor jugador del planeta?", y Magic contestó; "Yo, por su puesto". El entrevistador replicó; "Entonces, ¿en qué lugar dejarías a Michael Jordan?". Johnson sentenció; "Ah, él no es de este planeta...".
Elogios a parte, como se describiera más adelante, la temporada 97/98 fue un paseo triunfal de Jordan por las canchas de la NBA. Los aficionados, conociendo un secreto a voces (la más que segura retirada una vez finalizada la temporada), llenaban los estadios y vitoreaban a His Airness. Él, respondía venciendo al equipo local anotando 30 puntos, mientras cruelmente y con simpatía, sonreía de oreja a oreja.
En el All-Star Game, se encuentra con un inesperado reto. La jovencísima estrella de los Lakers, Bryant, le juega a un muy interesante uno contra uno. MJ acepta sin rechistar y los dos sobresalen del resto con notoria diferencia, a excepción de la bestia de O´neal, que va machacando aros por doquier.
Mike se lleva el duelo por la mínima, y todos sentimos que hubiera sido un espectáculo verlos enfrentarse en una misma época, pero les separan unos 16 años.
Jordan se lleva el MVP y Stern cae en el sentimentalismo llamándole "Star of All-Star".
En playoffs, unos de los más emocionantes que se recuerdan, Jordan enseña los galones y demuestra quién es el soberano de la NBA. Como decía nuestro amigo Andrés Montes, "Ha sacado a Lucille, Daimiel". Haciendo referencia a la guitarra de B. B. King.
Tras una Final de Conferencia infernal contra los Indiana Pacers, que llevaron a ambos equipos hasta el séptimo y último partido y una Final de infarto contra Utah Jazz, Jordan rubrica actuaciones estelares y su sexto anillo con tinta de oro.
Merecido MVP de las Finales, por sexta vez, nos deja 41,9 segundos de gloria y grandeza. Una demostración visual del significado de Campeón. De héroe. De leyenda. 41,9 segundos que resumen una carrera...
Los Bulls lideran las series con un apretado 3 a 2, juegan en campo de Utah, y de haber un séptimo partido, también sería en Utah. Todo está a favor de los Jazz, salvo el aspecto histórico; ningún equipo ha remontado a los Bulls en las finales. Pero son los Jazz de Sloan, los Jazz de la pareja del amor, "hoy te quiero más que ayer pero menos que mañana", Stockton y Malone, con un siempre invitado de honor, Jeff Hornacek. Todo es posible en la ciudad mormona. Quieren el anillo, al más puro estilo del antipático Golum, quieren el anillo.
Máxima concentración. |
Cualquier otro equipo, ya estaría perdido. Pero aquí, entra la historia y la leyenda, aquí es donde entra el porqué nos compramos camisetas con el 23, las Air Jordan, porqué tratamos de imitar el Fade-Away... Porqué nos conquistó a todos.
Tiempo muerto del Maestro Zen, da algunas instrucciones que dudo mucho que disten de la frase;"Pasádsela a Mike". Éste, que se seca el sudor con una toalla morada de los Jazz, mira el marcador, y su cara refleja un clarísimo; "¿Qué puedo hacer...?".
Fin del tiempo muerto, los Bulls sacan del centro, el estadio se va a venir abajo del griterío... Recibe Jordan y se va con una facilidad pasmosa de Russell, esquiva un sablazo que le tira John, y acaba la entrada con una bandeja en la cara de Carr. Chicago a 1.
Sacan los Jazz, la sube Stockton y se va hacía su izquierda. Rodman está con Malone y Jordan con Hornacek, todos están en el lado fuerte, de repente, Jeff corta al lado débil, Jordan le sigue, y Malone recibe de Stockton. ¡Pero Jordan se da media vuelta! Se acerca por detrás a Karl Malone, que no lo ha visto llegar y propicia un soberbio manotazo al cuero que cae al suelo. Dennis, Karl y Mike luchan por el balón, y es el 23 quien se lleva el gato al agua. 20 segundos de partido y el balón lo tiene el más grande la historia...
Quebró a Russell. |
Mike se va hacía su izquierda, su mejor lado y deja pasar unos segundos mientras bota el balón. La tensión se puede palpar, las caras de pavor están por doquier, muchos se tapan los ojos y la inmensa mayoría se llevan las manos a la cabeza. Menudo trago el del pobre Byron Russell, imagino que estaría pensando;"Por favor Mike, falla, no vayas a encestar, no lo hagas...".
A falta de 12 segundos, Jordan da señales de vida, se mueve hacía el centro, Byron se pega y tienen contacto, el 23 sigue hacía dentro con Byron tan pegado, que cuando MJ se frena en seco con un movimiento antinatural, Russell, cae delante de las narices de His Airness, 8 segundos, Jordan se levanta desde unos 6 metros. 7 segundos, el balón vuela hacía el aro y... ¡Dos puntos más para los Bulls! Jordan lo ha vuelto a hacer.
Tiempo muerto en Utah, que ya nada podría hacer. El tipo este de 1´98 lo ha vuelto a hacer, su ego no cabe en el estadio. John tira una piedra a la desesperada desde la línea de tres que nunca entraría y en cuanto el balón sale despedido, suena la bocina y la locura se adueña de los de rojo.
Jordan salta señalando el número 6 con los dedos. 6 anillos. Conociéndole seguro que no tardó mucho en llamar a su amigo Magic para decírle; "Magic, ¿tú tenías 5 anillos, verdad?".
Sexto anillo en diez años, dominación absoluta de los chicos del Maestro Zen y del 23. Unas semanas más tardes, nuestro protagonista puso punto y final a su carrera como jugador de baloncesto. Otra vez junto con Juanita, se despidió de nosotros, y si ya tuvo repercusión cuando se intuía que era el más grande, ahora que se iba con un certificado, más.
"Es un ganador y ha nacido para ganar"
Clyde Drexler y Chris Mullin.
No hablaré de cómo quedó la liga, de lo que vimos a continuación, de cómo echábamos de menos a Jordan cada noche... No hay que hacer trizas el corazón. Ni hablaré de su etapa como directivo de losWashington Wizards, ni de su vuelta a este mismo equipo... Esas, son otras historias.
¡Hasta siempre, Mike! Gracias...
Espero que estos artículos sobre el más grande os haya entretenido y gustado tanto como a mi escribirlas.
Un saludo.
1 comentario:
Muy buena descripción!!
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