Cuando David venció a Goliath
Hoy me permito viajar en el tiempo. Quiero contar una historia que haga honor al título que he puesto en este artículo. Era la temporada 97/98. Finales de los años 90. Y el equipo del que quiero hablar se llamaba TDK Manresa, actualmente Assignia Manresa.
Manresa es una ciudad de algo más de 75.000 habitantes, en la provincia de Barcelona y su relación con el baloncesto comienza en 1931, año de fundación del club de la ciudad. El equipo de la ciudad siempre ha sido de los considerados "modestos", con presupuestos muy ajustados, vecino de equipos más poderosos, como el Regal Barcelona o el DKV Joventut, pero por sus filas han pasado grandísimos jugadores como el NBA George Gervin (The Iceman), el "Lagarto" Juan de la Cruz, y algunos otros como Roger Esteller, Harper Williams o el mismo Andrés Nocioni.
Pero por encima de todos estos grandes jugadores quiero citar a Joan "Chichi" Creus, actual director deportivo en el Regal Barcelona. Él es uno de los protagonistas de esta historia. Hablar de Chichi Creus es hablar de uno de los bases más grandes que ha dado el baloncesto nacional. Si tuviera que definirle con un solo rasgo este sería la inteligencia que demostrababa en la cancha y en todos los aspectos del juego. Hablar de sus marcas personales casi daría para escribir otro artículo pero baste decir que posee seis marcas históricas en la Liga ACB: 12.000 minutos jugados ( 20.217 ), 6.000 puntos anotados ( 7.935, cerca de 10.000 sumando Primera División y ACB ) y 750 balones recuperados ( 1.099 ), 650 triples ( 702 ), 1500 asistencias ( 1.503 ) y 500 partidos ACB consecutivos ( 780 en la máxima categoría ). En pocas palabras, números al alcance de muy pocos. Curiosamente su mejor momento llegó cuando nada parecía indicarlo.
El TDK Manresa ya había dado la sorpresa en 1996 cuando consiguieron alzarse con la Copa del Rey en una grandísima final frente al vecino Barcelona, con un Creus estelar (consiguió el MVP de la final), pero una Copa es una Copa y a partido único cualquier cosa puede pasar. La historia no había hecho nada más que empezar. El TDK de aquellos tiempos no era un equipo de los llamados grandes, pero solía estar cerca de los puestos de play-offs, esquivando la parte baja de la tabla, a pesar de contar con presupuestos muy limitados. Con fichajes americanos bastante acertados y manteniendo el bloque nacional que les había llevado a conseguir aquella final se encajaron en la temporada cumbre para ellos, la 97-98. Un desconocido en ACB como era Luis Casimiro venía a sustituir en el banquillo a Salva Maldonado. Del bloque copero quedaban en el equipo Jesús Lázaro, Lisard González, Paco Vázquez y Jordi Singla. Completaban la plantilla un jovencísimo Román Montañez recién llegado de EBA a la máxima categoría aquella temporada y Quique Moraga, un pivot de 2,12 salido de la cantera blaugrana y que había llegado la temporada anterior, buscando minutos.
El trío de americanos de aquella temporada lo componían Herb Jones, que ocupaba la posición de escolta y dos interiores: Bryan Sallier que apenas sobrepasaba los 2,00 pero que sabía imponerse gracias a su físico en la zona frente a pivots más grandes; y Derrick Alston un 2,08 que tras haber jugado en NBA (dos temporadas en Philadelphia 76ers, y breves estancias en Seattle SuperSonics y Atlanta Hawks) se ganaba la vida en la liga turca. Y al frente de este grupo, Joan Creus. Aquella temporada contaba con 42 años en el DNI.
Analizando aquel año a priori se podría considerar que aquel Manresa era un equipo limitado con jugadores no especialmente brillantes (salvo excepciones como Creus) aunque eso sí, en un buen momento de su juego. Quizás en las quinielas podrían ser el equipo sorpresa, asomarse a play-offs (lo habían hecho en las dos temporadas precedentes) pero no eran un candidato al título. Habían perdido a grandes referentes como eran Esteller o Joan Peñarroya y Creus era el mismo, pero con un par de años más que en aquella copa del 96. Sin embargo el dúo foráneo Sallier – Alston funcionó bien, lo cuál unido a la dirección firme que imponía Creus y que hacia que el resto del equipo rindiera por encima de lo que se podía esperar hizo que se colaran como octavos en los play-offs.
En primera ronda, tocó el Estudiantes. 4 partidos tremendos. El primero de ellos disputado en el feudo estudiantil se cerró con derrota para los manresanos. En el segundo, con Sallier pletórico consiguieron llevarse la serie empatada a Manresa. En el Nou Congost, con Alston por encima de los 40 de valoración en el primer envite la serie se ponía 1-2 a favor del TDK. Y en el segundo partido remataron la faena. Las semifinales esperaban y en ellas tocaba un hueso duro de roer. El Real Madrid.
Un Madrid que contaba en sus filas con jugadores del calibre de Bodiroga, de Alberto Herreros o de Angulo caía en el primer partido en su casa, frente al octavo clasificado para play-offs por una diferencia de 20 puntos. Para el segundo choque el Madrid salió mentalizado para barrer al Manresa de la pista. Y volvió a caer. La sorpresa era mayúscula. El resultado era 77 a 80, muy ajustado, pero el TDK regresaba a su cancha con un 0-2 a su favor. En el tercer choque solo la pareja Sallier – Alston pudieron aguantar el tirón de un Madrid con ganas de venganza y un Bodiroga imparable. Llegados a ese momento, Sallier, Alston y Creus eran los pilares en los que se basaba el juego manresano y estaban cumpliendo por encima de lo esperado. Un Alston venido de la liga turca y desconocido en el panorama ACB, Sallier jugando la serie de play-offs con una rodilla lesionada y un Creus ya muy veterano mantenían la ilusión de una ciudad entera. La mayoría de las veces la ilusión no es suficiente, pero el cuarto choque cayó del lado manresano, con una gran actuación de Herb Jones, su tercer americano que con 28 puntos ayudó a ese marcador final de 95 a 82. Increíblemente el TDK se había colado en la final. Allí les esperaba el TAU.
Probablemente la final fuera la serie más igualada, ya que tanto Estudiantes como el Real Madrid partían como favoritos, y el TAU Cerámica de aquella época, no es el Caja Laboral de hoy día. Y efectivamente fue una serie igualada y el Manresa ya creía firmemente que podía ganar el título. El TDK se adelantó ganando el primer partido en casa al TAU, para después perder el segundo y finalmente, ya en Manresa, ganar el tercer y cuarto partido, ambos por dos puntos de diferencia (64-62; 77-75). El TDK había ganado la liga ACB.
Aquel equipo fue el David de mi historia y vencieron a varios Goliaths. Con un presupuesto limitado, con un entrenador joven, con un Creus veterano dirigiendo como si tuviera la mitad de edad que la que aparecía en su ficha, con americanos poco conocidos, y con un bloque de nacionales bastante sacrificados demostraron aquel año que hay un margen para la sorpresa. Estrecho, eso sí, pero el justo para que quepa la ilusión.
Un artículo de Francisco Arana Asensio.
Colaborador de BaloncestoVida.
Un saludo.
Manresa es una ciudad de algo más de 75.000 habitantes, en la provincia de Barcelona y su relación con el baloncesto comienza en 1931, año de fundación del club de la ciudad. El equipo de la ciudad siempre ha sido de los considerados "modestos", con presupuestos muy ajustados, vecino de equipos más poderosos, como el Regal Barcelona o el DKV Joventut, pero por sus filas han pasado grandísimos jugadores como el NBA George Gervin (The Iceman), el "Lagarto" Juan de la Cruz, y algunos otros como Roger Esteller, Harper Williams o el mismo Andrés Nocioni.
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| Joan "Chichi" Creus |
El TDK Manresa ya había dado la sorpresa en 1996 cuando consiguieron alzarse con la Copa del Rey en una grandísima final frente al vecino Barcelona, con un Creus estelar (consiguió el MVP de la final), pero una Copa es una Copa y a partido único cualquier cosa puede pasar. La historia no había hecho nada más que empezar. El TDK de aquellos tiempos no era un equipo de los llamados grandes, pero solía estar cerca de los puestos de play-offs, esquivando la parte baja de la tabla, a pesar de contar con presupuestos muy limitados. Con fichajes americanos bastante acertados y manteniendo el bloque nacional que les había llevado a conseguir aquella final se encajaron en la temporada cumbre para ellos, la 97-98. Un desconocido en ACB como era Luis Casimiro venía a sustituir en el banquillo a Salva Maldonado. Del bloque copero quedaban en el equipo Jesús Lázaro, Lisard González, Paco Vázquez y Jordi Singla. Completaban la plantilla un jovencísimo Román Montañez recién llegado de EBA a la máxima categoría aquella temporada y Quique Moraga, un pivot de 2,12 salido de la cantera blaugrana y que había llegado la temporada anterior, buscando minutos.
El trío de americanos de aquella temporada lo componían Herb Jones, que ocupaba la posición de escolta y dos interiores: Bryan Sallier que apenas sobrepasaba los 2,00 pero que sabía imponerse gracias a su físico en la zona frente a pivots más grandes; y Derrick Alston un 2,08 que tras haber jugado en NBA (dos temporadas en Philadelphia 76ers, y breves estancias en Seattle SuperSonics y Atlanta Hawks) se ganaba la vida en la liga turca. Y al frente de este grupo, Joan Creus. Aquella temporada contaba con 42 años en el DNI.
Analizando aquel año a priori se podría considerar que aquel Manresa era un equipo limitado con jugadores no especialmente brillantes (salvo excepciones como Creus) aunque eso sí, en un buen momento de su juego. Quizás en las quinielas podrían ser el equipo sorpresa, asomarse a play-offs (lo habían hecho en las dos temporadas precedentes) pero no eran un candidato al título. Habían perdido a grandes referentes como eran Esteller o Joan Peñarroya y Creus era el mismo, pero con un par de años más que en aquella copa del 96. Sin embargo el dúo foráneo Sallier – Alston funcionó bien, lo cuál unido a la dirección firme que imponía Creus y que hacia que el resto del equipo rindiera por encima de lo que se podía esperar hizo que se colaran como octavos en los play-offs.
En primera ronda, tocó el Estudiantes. 4 partidos tremendos. El primero de ellos disputado en el feudo estudiantil se cerró con derrota para los manresanos. En el segundo, con Sallier pletórico consiguieron llevarse la serie empatada a Manresa. En el Nou Congost, con Alston por encima de los 40 de valoración en el primer envite la serie se ponía 1-2 a favor del TDK. Y en el segundo partido remataron la faena. Las semifinales esperaban y en ellas tocaba un hueso duro de roer. El Real Madrid.
Probablemente la final fuera la serie más igualada, ya que tanto Estudiantes como el Real Madrid partían como favoritos, y el TAU Cerámica de aquella época, no es el Caja Laboral de hoy día. Y efectivamente fue una serie igualada y el Manresa ya creía firmemente que podía ganar el título. El TDK se adelantó ganando el primer partido en casa al TAU, para después perder el segundo y finalmente, ya en Manresa, ganar el tercer y cuarto partido, ambos por dos puntos de diferencia (64-62; 77-75). El TDK había ganado la liga ACB.
Aquel equipo fue el David de mi historia y vencieron a varios Goliaths. Con un presupuesto limitado, con un entrenador joven, con un Creus veterano dirigiendo como si tuviera la mitad de edad que la que aparecía en su ficha, con americanos poco conocidos, y con un bloque de nacionales bastante sacrificados demostraron aquel año que hay un margen para la sorpresa. Estrecho, eso sí, pero el justo para que quepa la ilusión.
Un artículo de Francisco Arana Asensio.
Colaborador de BaloncestoVida.
Un saludo.
3 comentarios:
Había leído el articulo de poker de ases anterior y en ese momento pensé en este megacrack que es Chichi Creus, enhorabuena por el articulo, se ve que no soy el único en acordarme, se lo merece.
saludos
No, muchos aún nos acordamos de este mago. Magnífica entrada que rescata una historia épica.
Me da mucha lástima no haber podido ver jugar a esta máquina de jugar al baloncesto, y si encima lees un artículo como el de Paco, más lástima me da...
Gran Creus, sin duda!
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