sábado, 19 de febrero de 2011

Basket - Ficción

Aquel equipo perfecto

Portada del Sport Illustrated con Sacramento Kings
Los Kings.
1999. Estamos ante las puertas de un nuevo milenio, como tantos otros negocios, la NBA precisa renovarse o morir. Phil Jackson, mítico entrenador de los Chicago Bulls, emigra ante los cantos de sirena californianos, que de la mano de Kobe Bryant y Shaquille O´Neal, pese a decepciones en las últimas postemporadas, sueñan con volver a recorrer la gloriosa senda iniciada por el único e incomparable Magic Johnson. Mientras, en Texas, el marine Gregg Popovich endurece un equipo rocoso y sin fisuras, bajo la protección de dos torres llamadas Tim Duncan y David Robinson.

Chris Webber
Chris Webber.
En Oregón, los Portland Trail Blazers han confeccionado la escuadra más equilibrada que el dinero podía comprar (Scottie Pippen, Rasheed Wallace, Arvydas Sabonis, Damon Stoudemire…). Más a largo plazo, en Sacramento, el hermano tradicionalmente pobre de LA, los Kings se encomienda al entrenador Rick Adelman, que adopta un sistema de juego más europeo, atractivo al espectador y con una coralidad exquisita.

Para dos de estas potencias, los siguientes años serán de gloria. Paralelamente, los otros no alcanzarían esos niveles y no precisamente por falta de aptitudes. Siguiendo la recomendación del buen amigo Francisco Arana y con el beneplácito de nuestro jefe de blog, Rafael Vargas, cogemos la máquina del tiempo y vamos a cierta Final de Conferencia de año 2002… Sólo que en nuestro relato, las cosas son un poco distintas…

Doug Christie
Doug Christie.
Sexto partido en el Staples Center. La grada ha enmudecido. Los nervios han estado a flor de piel durante todo el encuentro. Sin embargo, pese a la igualdad, ha dado la sensación de que los Kings le han dado un repaso a unos acelerados locales, pese al partidazo de O´Neal y momentos estelares de Bryant. Precisamente un Kobe que acaba de abandonar el partido, camino a los vestuarios, los árbitros (acusados de caseros toda la noche, incluso por los comentaristas) no han podio hacer más oídos sordo y han sancionado como antideportivo el codazo que le ha dado Bryant al genial base de Sacramento.

Chris Webber, que ha alejado a las cámaras más cotillas mientras él y Doug Christie tratan de levantar a Bibby, le lanza una mirada cómplice a su entrenador, en el banquillo visitante, empiezan a agitarse toallas.

Vlade Divac
Vlade Divac.
No es un momento especialmente placentero para El Maestro Zen, poco acostumbrado a ser eliminado, mucho menos en su feudo. Además, su inmaculado récord de 0 derrotas siempre que gana el primer choque en una eliminatoria ha sido hecho trizas. No sin malicia, algún enemigo declara que los Kings merecieron ganar en cinco. Con todo, salvo una escasa cohorte, nadie en el mundo de baloncesto tiene nada que reprochar a Phil, aunque se le presenta un problema. Bryant, por primera vez sin colmarse de anillo en dos años gloriosos (especialmente 2001), pide más protagonismo ofensivo y aunque Tex Winter le promete reajustar los sistemas, la directiva se cuestiona que Shaq y él puedan llevarse bien sin victorias. Empiezan a barajarse fichar a algún veterano ilusionante, Alonzo Mourning y Gary Payton están en la agenda de los californianos.

David Stern, que no deja de lamentar en cierto sentido que los mediáticos Lakers no hayan llegado a la final, sabe que se enfrenta a unas Finales inéditas (New Jersey Nets - Sacramento Kings) que no atraerán mucho público.

Pedja Stojakovic
Pedja Stojakovic.
Con todo, verdaderos puristas como Vicente Salaner, Ramón Trecet o Antonio Rodríguez, escriben varios artículos elogiando el juego al estilo Viejo Continente de los Kings. “Alternan lo mejor de los Celtics de los 80 con los fundamentos de la escuela europea”, llega a afirmar Rodríguez.

Antoni Daimiel y Andrés Montes se lo pasan de lujo en las Finales, donde queda claro que a los Nets también les agrada que estén los Kings. “Temíamos el poder interior de O´Neal. No me entendáis mal, Sacramento es el mejor equipo de la Liga, de ahí su récord, pero en altura estamos más equilibrados”.

Y así lo parece, los Nets roban dos partidos antes de caer dignamente. Pedja Stojakovic, muy frenado en la Final del Oeste por un espléndido Rick Fox, encuentra la redención con el más flexible sistema de New Jersey. “Para ellos habrá más años, nosotros llevamos mucho tiempo intentándolo y es nuestra oportunidad. Con Jason Kidd, tendrán más oportunidades”, afirma Vlade Divac, ponderado por la mismísima Sports Illustrated por su trabajo sobre Shaq. Sobre sus piques con Horry, quita leña al fuego: “Son cosas del juego. Es un gran tirador, pero este año éramos mejores. Ya dije que sin ventaja de campo no ganarían”.

Pero el hombre más feliz del panorama baloncestístico es Chris Webber, que sale en 4 de las mejores jugadas de esas Finales de 2002. Nombrado MVP, firmando en dos ocasiones un triple-doble, la Perla de Michigan siente que ha extirpado los males de aquella final universitaria.

Phil Jackson y Rick Adelman
Phil Jackson y Rick Adelman.
“Lo partiría en doce pedacitos. Pero uno especialmente seria para Mike (Bibby) por lo que hizo frente a los Lakers. Sin ti no hubiéramos llegado tío”, dice el día del desfile triunfal. Reservado y algo arisco en ocasiones, el introvertido ala-pívot rompe a llorar con el ansiado trofeo, Charles Barkley, con quien tiene una especial relación de amor-odio, le hace una emotiva entrevista, donde le acompaña otra de las promesas del equipo, Hedo Turkoglu, teñido de rubio y afirmando que salvo ganar medalla con Turquía nada ha podido hacerle más feliz.

El año siguiente, la NBA parece más equilibrada que nunca. El refuerzo de Stephen Jackson convierte a los San Antonio Spurs en el último año de Robinson, en un rival temible.

Portada de Sacramento Kings
Portada del Sporting News.
Superado los tumultos de un verano con diversas diatribas verbales, los angelinos vuelven a la carga, aunque, nadie confía en que Kobe y Shaq puedan soportarse dos años sin un título de por medio para apaciguar el dolor. Solamente el equilibrio del Maestro Zen mantiene a un equipo tan potente como inestable.

Mientras, en Sacramento, con el primer anillo en el zurrón, no hay miedo de nada. La afición dedica una sonora ovación a Jason Williams cuando en compañía de Pau Gasol visita el Arco Arena, en cierta medida, ese anillo también es un poco suyo. Bobby Jackson declara que el equipo nunca ha funcionado mejor, aunque los Mavericks de Nash y Nowitzki estén jugando mejor que nunca.

Se echan las rondas de Playoffs y a nadie sorprende que tras superar a los combativos Wolves de Kevin Garnett, los Lakers vuelvan a medirse a los Kings. El balón rueda, Shaq y Webber sonríen cuando O´Neal le dice que van 2-1.

Un artículo de Marcos Rafael Cañas Pelayo.
Colaborador de BaloncestoVida.

Un saludo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este bien soñar, siempre pensé que estos Kings merecian mas ese año 2002, pero el base de estos kings era mike bibby no jason williams, fueron intercambiados por sus equipos(bibby a sacramento y williams a menphis) el 27/06/2001.

El Viejo dijo...

Totalmente cierto. Lo de Jason Williams (en esta ficción), es un homenaje a sus servicios prestados, como el que hizo Boston a James Posey cuando le visitó como Hornet.

En todo momento el base de los Kings es Bibby.Lo de Williams es un guiño y también una excusa para que apareciera Pau mencionado. Saludos.